TDAH y el Asperger aparecen juntos con frecuencia, pudiendo dificultar el diagnóstico y desorientar a las familias y profesionales.
Aún recuerdo la primera vez que leí sobre el Síndrome de Asperger. Estaba estudiando el primer curso de la carrera de medicina y llegó a mis manos un folleto sobre una charla informativa dedicada al Asperger. La verdad es que como no lo conocía y el nombre me pareció curioso, leí el folleto.
En el folleto se describía como un trastorno en el que aparece un lenguaje adelantado para la edad, importantes dificultades en la comunicación y relación social, y finalmente un patrón de conducta excesivamente estereotipado y/o inflexible a veces asociado a un nivel intelectual alto o importante conocimiento sobre temas de su interés. La verdad es que me vinieron muchas personas a la cabeza que podían encajar en esa definición.
Con los años, el destino hizo que me especializara en Neurología Pediátrica y de hecho, hoy en día trato a varios pacientes con Síndrome de Asperger. Evidentemente, dada la elevada frecuencia del TDAH así como la frecuente asociación de ambos, no es para nada raro encontrarse en la consulta chicos con TDAH y Asperger.